Hace unos meses os contaba cómo habíamos iniciado la Operación Pañal, con poco éxito. Compartí con vosotras las claves que nos dio la psicóloga del centro al que acude Silvia. Podéis  leerlo pinchando aquí.

Todavía le falta un curso entero hasta que tenga que ir al colegio, pero su profesora de la escuela infantil nos aconsejó que le retiráramos el pañal este verano. Ella veía que estaba preparada. Si os digo la verdad, yo no lo tenía tan claro.

El verano iba avanzando y yo no veía el momento. Conseguimos que se sentará alguna vez en el water, pero no había manera de que hiciera pipí.

Un día, cuando nos levantamos, me dijo «pañal no» y lo vi claro. Era un jueves, quería salir al día siguiente con unos amigos y Luis se iba el fin de semana fuera: definitivamente no era el momento para mí, pero ella mandaba.

Llené la casa de empapadores, avisé a todo el mundo de que no estábamos disponibles unos días y por la tarde fui a comprar pegatinas y premios para las recompensas. Ese día fue un desastre. Y el siguiente y el siguiente… No me avisaba a tiempo, le costaba sentarse y me pedía el pañal. Pero una vez empezado el proceso no había marcha atrás (o por lo menos había que intentarlo más tiempo).

Cada vez que se sentaba en el váter le daba una pegatina (verde si no hacía nada y dorada si hacía pipí). Los primeros días, también le daba premios (cartas de la Patrulla Canina, una regadera para la piscina…) y estaba de lo más motivada.

Después de aquel fin de semana de lo más estresante, todo ha ido a mejor. Hoy en día, sigue llevando el pañal para la siesta y para dormir. En la sillita del coche llevo un empapador y sigo poniendo otro en el sofá por si acaso.

Para cuando estamos fuera de casa he comprado este reductor plegable de Olmitos. Muy práctico para cuando estamos en restaurantes o en casa de familiares o amigos. Cabe perfectamente en la bolsa de la niña o en la silla de paseo. La podéis encontrar por 9,90€ en Carrefour (en verde o rojo).



Después de 3 semanas de Operación Pañal puedo decir que ha concluido con éxito. Algún día se le escapa algún pis pero, por lo general lo tiene bastante controlado. Me avisa incluso de que se hace pipi cuando lleva el pañal y alguna vez en mitad de la noche.

A todas las mamás que estáis pensando en iniciar este proceso o que tenéis un bebé y aún veis muy lejos este paso, solamente daros un consejo: PACIENCIA. Seguro que hay niños que lo consiguen en un par de días sin mayores problemas pero la realidad es que no suele ser así. Armáos de paciencia y de mucha ropa interior para conseguirlo.

Y aquí os dejo otros 5 consejos para que comencéis con seguridad la Operación Pañal.

Gracias por vuestras visitas y comentarios.