Anoche no dormí.

Hasta aquí todo normal. Es lo que vengo haciendo desde hace poco más de 2 años. Ya sabéis que Silvia no es precisamente una dormilona y no sabemos lo que es dormir del tirón. Bueno, no lo sé yo. Su padre es de los de buen dormir, más conocido como sordo como una tapia.

Pero anoche el motivo fue otro. Comienzan las fiestas de la playa donde veraneo. Y eran las 2 de la mañana y en mi habitación solo se oía la música de la  verbena de algún complejo: «Lega-lega-lización, cannabis de calidad y barato… 📢» … canción que os confieso que no me ha gustado nunca. Y entonces recuerdo fiestas de otros años en los que yo estaba disfrutando de la música, no cruzando los dedos para que esa fuera la última canción. Años en los que al día siguiente no tenía una niña que me despertara para que le pusiera el desayuno, si no una madre que me avisaba para comer…

Esos años no volverán y ya no sé si los echo de menos o no, pero… ¿os digo un secreto? Este sábado salgo 👯👯😁 y el domingo me levantaré a ponerle el desayuno a Silvia (a no ser que su padre la oiga antes que yo. Cruzad los dedos conmigo).

Y, para las que estéis en fiestas como yo: ánimo y disfrutad.